Alimenta el cuerpo y la vida


Alimenta el cuerpo y la vida

Autora: Carmen María Vallejo

Instagram: vallejocarmenmaria

Una de las maneras en que interactuamos con el mundo es la alimentación. Nos recuerda que necesitamos y afectamos la naturaleza, que nuestro cuerpo es parte de los ciclos de la vida y podemos tomar energía para seguir funcionando en esta Tierra y disfrutarlo intensamente. Además, a diferencia de muchos animales, podemos elegir tanto con lo que nos provoca instintivamente como lo que la ciencia nos puede aportar de conocimientos. También afecta en qué ingerimos: lo que hay disponible en el entorno, los hábitos aprendidos, las emociones y qué tanta conciencia o atención le damos a la alimentación.

Algunos autores ven a la comida como medicina y también como veneno, por la gran trascendencia que tiene en la salud. Mientras más conciencia y coherencia tengamos, será más fácil y rico comer sano. En este artículo, vamos a ver ideas que nos pueden servir, conocimientos y prácticas que han funcionado para que la alimentación sea un aporte al bienestar. Puede sonar abrumador tratar de incorporar todas estas recomendaciones, pero puedes elegir una y avanzar con algo pequeño y constante. Además puedes experimentar y sentir que es lo mejor para ti, ya que cada uno tiene una bio-individualidad, combinaciones genéticas, históricas, tipo de sangre, cultura y muchos otros factores que hacen que la dieta ideal sea personal. 

Algunas recomendaciones:

  • Empieza el día con fruta, agua, cereales integrales o alimentos con fibra que ayudan al sistema digestivo para depurarse. Según el autor de la Antidieta, la mañana es un momento de limpiar el sistema digestivo, el medio día de ingerir proteína animal y ensalada y por la noche carbohidratos y lácteos. La clave está en no mezclar proteína animal con lácteos y asegurar que se vacíe el intestino antes de comer otra vez alimentos contundentes. Básicamente si le damos al metabolismo combinaciones más digeribles, ayudamos a mantener la salud integral. *
  • Compra la fruta y verdura de temporada y tenla en la parte de la cocina que visitas frecuentemente. Zanahorias cortadas, pepinos y jícamas, limón para exprimir. Manzanas, duraznos, mandarinas y bananos son muy fáciles de disfrutar. Es importante desinfectarlos y tenerlos cerca para los momentos de antojo, hambre o ansiedad entre comidas. Además adorna tu cocina con colores que reflejan vitaminas que van a fortalecer tu cuerpo y mantienes liviandad para tus actividades cotidianas.
  • Balancea la temperatura del cuerpo. Cuando hace calor ingiere alimentos frescos, crudos como ensaladas, frutas, verduras, además de los cereales y leguminosas. Cuando el clima es frío, toma bebidas calientes como té, café o infusiones herbales. Además puedes tomar sopas o cremas de vegetales como papa o verduras salteadas con carnes, también se recomienda fruta seca… Regresando a ver a la naturaleza podemos ver qué alimentos se dan en las estaciones calientes o frías y tratar de optar por lo local, de temporada y fresco, que además suele ser menos costoso.
  • Además de una buena comida, procura una buena compañía, un espacio agradable y tiempo suficiente para disfrutar los alimentos. Lo ideal es tener un lugar y un tiempo donde comas exclusivamente.
  • Consume en su mayoría alimentos no procesados. Pueden servir los frutos secos, además de fruta y verdura. Ayuda al sistema inmune y evita preservantes y azúcares añadidas. Lo ideal es que la mitad de lo que comes sean frutas y verduras cocidas o crudas.
  • Lee las etiquetas y trata de que los ingredientes de aquello que compres sean naturales y saludables. Cuando compres alimentos con etiquetas lo primero que ponen en la lista es lo que más hay, y de ahí en orden de más a menos. Evita el azúcar, productos que no entiendas o grasas saturadas que vayan primero. 
  • Utiliza especies variadas y naturales para resaltar sabores. Las especies tienen propiedades que ayudan a la salud.
  • Entre las más comunes: la canela ayuda a dar energía y equilibrar el azúcar en la sangre, la sal de mar nutre los riñones con minerales; el orégano ayuda a la digestión y a eliminar gases, la cúrcuma es desinflamante, el romero es calmante y alivia el dolor, el azafrán tiene muchos antioxidantes y ayuda con infecciones en las vías urinarias, el comino ayuda en la producción de enzimas y el jengibre ayuda en problemas digestivos y bacterianos.*  Según las dolencias también puedes tomar especias en infusión y aprovechar sus propiedades.
  • Cata tus alimentos. Como cuando vas a probar un buen vino, siente los aromas, las texturas, el sabor en las partes de la boca y así valorarás lo recibido y seguro tu cuerpo tendrá más tiempo de masticar y disfrutar la comida. Además es maravilloso apreciar que así como aprendemos en una cata de los tipos de uvas que se crían, los cuidados del viñedo, las condiciones de clima, los conocimientos históricos y el proceso que añeja el vino, cada alimento tiene un bagaje que es clave contemplar y también nos da información sobre qué es mejor consumir para nosotros y el planeta. Elige cultivos responsables, industrias socialmente justas y si es posible ten tu propio huerto para algunos alimentos.
  • Deja los extras para el fin de semana: la pizza, las bebidas alcohólicas, los postres, trata de que solo sean parte de la dieta del fin de semana y que se combinen con las frutas y verduras habituales. Lo mismo los refrescos o bebidas azucaradas, que entre semana sea agua la bebida de elección. Si vas a comer una cena llena de calorías, asegúrate de hacer una buena masticación y puedes tomar un té o un café muy caliente al final para ayudar en la digestión.
  • Mastica y trata de que haya enzimas digestivas en lo que ingieres. Cuando lo haces, la saliva prepara el alimento para que sea más aprovechado en tu sistema digestivo, es por eso que se recomienda masticar alrededor de 30 veces. La leche ultra pasteurizada puede ser muy difícil de digerir, pues como afirma Hiromi Shinya en su libro La Enzima Prodigiosa ha perdido las enzimas naturales que lo hacen digestible en el proceso*, por eso se recomienda la leche deslactosada que lleva lactasa.
  • Ingiere grasas buenas o no saturadas como aguacates, nueces y chocolate oscuro con al menos al 70 por ciento. Además procura el aceite de oliva, aceite de aguacate y de canola. Evita mantequilla, margarina y otros aceites que se quedan en tu cuerpo. 
  • Prepara los menús de la semana y la lista de compras, así evitarás comprar de más y llevarte antojos.
  • Cambia “empiezo mañana” a “solo por hoy”
  • No intentes dietas extremas, incorpora hábitos sostenibles. Apóyate en Habits.ai, enfócate a ser constante en los pequeños cambios y verás grandes resultados.

Pages: 1 2