Armonía interna y externa: pon tus cosas y tu vida en orden
Autora: Carmen María Vallejo
Instagram: vallejocarmenmaria
¿Cuánto tiempo gastas en buscar cosas perdidas? ¿haces pagos extras por atraso en fechas límite? ¿has olvidado eventos? ¿te ha tocado pagar la tarifa máxima de tickets de estacionamiento porque no lo encuentras? ¿paras tus actividades por no tener las cosas listas? Si sí, estás afectando tu autoestima, tus relaciones y tu bienestar integral y puedes darle la vuelta cultivando el orden. En este artículo queremos proponerte ideas y acciones que ayuden a ser ordenado como una forma de auto-cuidado y amor. Te dará más claridad y libertad en la vida diaria ser el agente de tu orden y mantenerlo en los espacios exteriores, virtuales y así aportar a que tu espacio interior también tenga más claridad, calma y energía.
El autor Marilyn Paul en el libro “It’s Hard to Make a Difference When You Can’t Find Your Keys”*, propone algunos pasos para conseguir esta armonía exterior e interior:
- Ten claro tu propósito para ser más organizad@. Puede ser mantener serenidad, hacer un hogar donde la familia se sienta a gusto, trabajar más eficientemente, lograr ascensos y más responsabilidades, tener tiempo disponible para cuidar tu salud, sentirte más feliz, realizado profesionalmente, etc.
El desorden te puede quitar tiempo, paz, dinero, belleza y salud. Pregúntate qué beneficios te puede dar ser más organizado, en qué te ha estado limitando el desorden, cómo mejorarían tus relaciones y qué oportunidades podrías aprovechar. También como propósito, las personas ordenadas pueden ser más conscientes y consumir menos, no llevan a casa cosas que no necesitan ni duplican las cosas que no encuentran, por lo que ayudan al medio ambiente. Suele subestimarse lo importante que es esta habilidad y es clave contemplar su aporte potencial en nuestra vida para desarrollarla.
- Revisa las creencias que tienes sobre el orden y las personas ordenadas: si crees que es aburrido, poco creativo, menos amigable, revísalo, porque los estudios demuestran lo contrario y las creencias determinan en gran medida los comportamientos. Investiga de manera realista qué beneficios vendrán de ser más organizado y si este es un área de desarrollo importante para tí. Si lo ves, comprométete contigo fundamentado en los beneficios que te dará el ser ordenado.
- Crea tu visión. ¿Cómo quiero que se vea mi espacio de trabajo y mi hogar? ¿Cómo me voy a sentir ahí? ¿Qué veo y qué siento en este supuesto? ¿Cómo me siento estando más organizad@ en mis espacios y/o siendo más puntual? Si puedes describirlo en presente y a detalle, ya estará la ruta dibujada en tu imaginación y será mucho más fácil de alcanzar. Puedes usar metáforas, afirmaciones e incluso ilustraciones de cómo se ve tu nuevo orden y fluidez.
- Date cuenta de tu estado actual. ¿Cómo me organizo hoy? ¿Qué decisiones estoy tomando? Necesitamos tener claro cómo construimos el desorden. Una gran herramienta es convertirte en un observador de ti mismo en relación al tema que quieras modificar. No necesitamos juzgarnos y ser autocríticos, simplemente observar y tener claro los comportamientos y los pensamientos que podemos cambiar para ser más organizados. Nota con curiosidad como si fuera una visita que puede encontrar patrones y asumir la responsabilidad, sin necesidad de juzgar, con autocompasión y sinceridad. También puedes observar los temas emocionales que pueden estar conectados al desorden, en relación a otras personas o a darnos a nosotros mismos un valor al ser más desordenados pensando que nos hace relajados. Simplemente notarlo ya muestra un camino para cambiar.
- Elige el apoyo que necesitas. A veces es necesario contar con la ayuda de otros para avanzar. Es importante que sepas quién te puede ayudar en diferentes aspectos: alguien con quien puedas compartir tus objetivos de orden y celebrar avances, alguien que te pueda confrontar o decir amablemente cuando te estás descarrilando en el tema, alguien que te ayude a la limpieza y orden en el día a día, puede ser una contratación o un soporte en tu familia, amigos y/o compañeros de trabajo, y alguien como modelo que puedas seguir o inspirarte. Otros apoyos pueden ser videos, tutoriales, libros, información o consultoría que te ayude a estructurar mejor los espacios y las rutinas para el orden.
- Crea estructuras que te ayuden a mantener el orden. Dispón de algunos elementos como colgadores de llaves en la entrada de la casa, canasto de ropa sucia en donde te la quitas, libreros al lado de tu escritorio, basureros en los lugares donde sueles necesitar, archivadores, etc. Establece reglas como comer sólo en la cocina y comedor, tener espacios sólo para leer o estudiar y el dormitorio para descansar y estar en intimidad. Ten rutinas flexibles, momentos exclusivos para compartir en familia, tomar un baño en tranquilidad, salir en pareja o realizar cualquier actividad de manera periódica. Usa la agenda virtual y los elementos tecnológicos para monitorear y seguir tus actividades. Establece a diario, semanal o mensualmente el liberar espacio en casa sacando cosas que no necesites, lavar y secar ropa, vaciar tu bandeja de entrada en los correos u otras actividades que mantendrán el orden.
- Mantén hábitos que ayuden al orden y armonía interna y externa. Puedes avanzar paso a paso, con algunas ideas como por ejemplo: colgar la ropa en tu armario cuando está limpia y en un cesto de ropa sucia cuando no, guardar los materiales que utilizaste luego de realizar una tarea, retirar el plato que utilizaste y lavarlo, dejar las llaves colgadas en el mismo lugar, bajar todo del coche cuando llegues a casa, poner el ticket de parqueo en el bolsillo derecho, limpiar tu maleta o cartera al final de cada jornada de trabajo, poner la basura en su lugar “de una vez”, quitarte los zapatos junto al zapatero, poner el cepillo de dientes en un vaso junto al lavabo, etc. Para monitorear pequeñas acciones y que se conviertan en hábitos, apoyate en tu equipo de trabajo y utiliza la plataforma digital de soporte Habits.ai. Confía en que con las herramientas y el apoyo adecuado, serás el gestor de más calma y bienestar en tu vida y celebra tus avances, aunque parezcan pequeños recuerda que no son insignificantes.
Bibliografía:
*Marilyn Paul. (2003). It´s Hard to Make a Difference When You Can´t Find Your Keys. New York: Penguin.