Las preguntas y respuestas se viven

Quiero compartir el aprendizaje de un evento personal: un accidente que tuvo como consecuencia una fuerte contusión que me enseñó que no podría confiar en mi mente y un profundo dolor físico que me tuvo dos meses y medio en cama con más de un año de recuperación. Tengo claro que desde ese momento mi esencia es la misma, pero no soy la misma persona.

Quiero compartirte mis aprendizajes de este año porque como Coach constantemente mis clientes hacen preguntas existenciales de su vida queriendo entender sus procesos de vida. Este año aprendí que hay preguntas y respuestas en la vida que NO se obtienen a través de la mente, que se viven.

El dolor no se explica ni se niega, el dolor se vive. El dolor no se juzga, es un maestro.

El cuerpo es un gran maestro, no es separado del espíritu ni de la mente ni de las emociones. El cuerpo es perfecto incluso cuando está enfermo o dañado a nuestro entendimiento.
Está bien perder el control, está bien pedir ayuda, está bien no saber qué pasa, está bien sentir incomodidad, está bien no entenderme, está bien que no pueda hacer nada. Está bien que todo cambie.
Todo es perfecto y si no lo puedo ver así, aún no ha terminado el aprendizaje.
Siempre necesitamos la ayuda de alguien.
A veces lo más difícil de hacer es no hacer nada.
La vida está llena de ciclos y no es lineal. Vívela, no la expliques.
Todo es posible, si no lo crees así estas enfrentando una creencia limitante o estas siendo inflexible o seamos honestos, tienes miedo y lo manifiestas siendo necio o necia.
Seguramente en algo estas equivocado/a. Yo estaba segura que no vivía ansiosa o en estrés y tenía una perfecta gestión del tiempo y no era así.
La mente no es la única fuente de conocimiento.
El cuerpo tiene su propio proceso de sanación. Puedes confiar en tu cuerpo. Puedes confiar en tu vida.
No necesitas entender para confiar.
Celebra los pequeños avances y tus esfuerzos, celebra las pequeñas victorias.
Abraza la naturaleza, te sostiene como una madre amorosa.
Suelta la idea de quién eres y qué te define. Suelta tu identidad e imagen física.
Suelta la meta de regresar a lo que era antes. Siempre es un buen momento para reinventarnos.
No todo merece mi tiempo. No todo merece compartir mis conocimientos. Puedo elegir.
No tengo que entender ni explicar mis procesos de vida ni para mí ni para los de mi alrededor.
Pide lo que necesitas. Acepta la ayuda.
Deja de apresurar las cosas. Dejar de buscar las respuestas desesperadamente. Descubre los aprendizajes no los investigues.
Las respuestas se viven desde el respeto, paciencia y amor propio.
No controles tus emociones, no las entiendas, siéntelas, vívelas y exprésalas. No tienes que compartirlas con todos.
Cuando dejas de resistirte a la vida, puedes transformarla.
No fuiste creado para resolver las necesidades emocionales, intelectuales o económicas de los demás. Pero si eres responsable de cubrir tus necesidades y trabajar tus carencias más profundas.
Deja de mantener las relaciones que ya no corresponden. No te sientas culpable ni generes conflicto para justificarlo.
Está bien cambiar de opinión y descubrir que estás equivocado.
Acepta con humildad que a veces necesitabas ayuda.
Perdónate para sanar la culpabilidad de que no puedes por ti mismo o por ti misma.
No pasa nada si empiezas de cero.
Da las gracias y pide perdón si es necesario.
No te conoces como crees.
Me comprometí con mi salud.
Aprendí que queremos explicar todo y evitamos vivir.
Confía en tu intuición.
Respeta a los expertos y escúchalos, sin embargo, tu cuerpo siempre te guiará.
Está bien hacer el ridículo y no explicarte.

No te puedo decir cuál fue la pregunta o respuesta de esta experiencia, pero te puedo asegurar que no soy la misma y que estoy más cerca de mi corazón.

Cualquier proceso que tú estés viviendo no tiene nada que ver con el mío ni tiene que tener los mismos aprendizajes, sin embargo, hoy honrando mi experiencia quiero compartirte este aprendizaje.

Está bien no entender y ser vulnerable.

“Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”
– Víctor E. Frankl

Desde mi vulnerabilidad y la enorme incomprensión de mi misma espero que esto de alguna manera resuene contigo, Gracias.

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